Romance a Muñosancho
¡Vecinos de Muñosancho,
sean todos bien
hallados!
¡Sean todos
bienvenidos
forasteros e
invitados!
de las villas e los
campos,
vengan clérigos e
nobles,
vengan soldados,
hidalgos,
vengan monjas e
juglares,
princesas, troveros,
villanos.
¡Vengan, vengan,
vengan todos al
Mercado!
Disfruten de las
hazañas
de nuestros
antepasados,
la maestría de
cetreros
e de arqueros el
amaño.
Presencien justas,
torneos,
gusten viandas, buenos
caldos,
hágase gozo e deleite
de las obras de
artesanos.
¡Vengan, vengan,
vengan todos al
Mercado!
Es momento,
convecinos,
de atender al primer
bando
de la historia de este
evento
Medieval, primer
Mercado.
anuencia e
beneplácito,
la venia e
asentimiento
e vuestro favor
rogamos.
el pregón será narrado
por un curtido rapsoda
en esta tierra
nombrado.
haya linaje navarro,
será nuestro pregonero
Sánchez de Muñosancho.
e San Juan sea loado
al referir estos
versos
como pregón del
Mercado.
e también por los
pecados
que cometiéreis por
causa
destas fiestas, destos
fastos.
Espiritu Santo. Amén.
que este lugar fue
fundado
al principio de los
siglos
por un héroe recio e
magno.
Atendía por Nuño,
de estirpe bien
castellano,
e repoblando estas
tierras
bautizólas: Muñosancho.
En medio de La Moraña,
entre Zapardiel e
Trabancos,
erigió esta noble
Villa
de ilustre e glorioso
rango.
el sol que ha bien
madrugado,
e deja su haz de luz
en los pueblos
aledaños:
qu´es pueblo anexo e
hermano,
e llégase a sus
dominios
en menos que canta un
gallo.
en Blascomillán e
Narros,
Flores de Ávila,
Cisla,
en La Cebolla, -
-San Cristóbal de
Trabancos-
El Ajo;
e en llegando a Peñaranda
ya se esconde en el
ocaso.
late en un silencio
sacro
la más noble de las
Villas:
el pueblo de Muñosancho.
de que son sus
ciudadanos
hombres e mujeres
buenos,
justos, cabales,
honrados,
acogedores, amables,
afables e
hospitalarios,
magnánimos, generosos,
intachables e
preclaros.
Dejaron los sus sudores
en estas tierras e
campos,
los unos al pastoreo
los otros tras el
arado.
otros a hoz van
segando
los trigos
amarillentos
por los soles
agostados.
e de amapola bordado
en medio de la llanura
se levanta Muñosancho.
acontesció un gran
milagro,
aparecióse la Virgen
a un pastor
pastoreando.
Ocurrió en los campos
mesmos
qu´el pueblo van
circundando
e ansí, Virgen de las
Eras,
vienen siempre
venerando.
en el lugar señalado,
e la muestran gran
fervor
al llegar el mes de
mayo.
Juan Bautista, nuestro
Santo,
Festejado e con
honores
dignamente es celebrado.
Fácese gran luminaria
para quemar el pasado:
enseres e trapos
viejos,
chismes, trastos e
cascajos.
que el alma lleva a lo
alto
limpio de mácula e
culpa
de vileza e de pecado.
Que la fiesta e la labor
el mundo facen más
sano
e como exemplo no hay
otro
qu´el pueblo de Muñosancho.
¡Cuánta dicha al
recordarlo!
Aquellos años de
infancia
nunca jamás se
borraron.
fízonos doctos e
sabios
a golpe de
enciclopedia,
pizarrín e gran
cuidado.
e hasta las tablas
cantando,
los reyes godos, los
ríos,
decimales e quebrados.
Por las tardes la
alameda
era sitio frecuentado,
e de allí hasta el
charcón
nuestro reino
conquistado.
no hay lugar más
abundado
como presume este
pueblo
bien nombrado Muñosancho.
por no ser asaz
cansado,
una sola de las gestas
que viví con mis
amigos
siendo todos muy
muchachos.
salimos, era verano;
e arribamos e pasamos
e en llegando a una
laguna
allí mesmo nos
quedamos.
un edén en medio el
prado
donde las ranas croaban,
donde nadaban los
patos.
Como siempre, sin
cordura,
como siempre, sin
pensarlo,
dexamos nuestros
ropajes
por tomar un fresco
baño.
con ellas chapoteamos
ajenos a los peligros
que pudieran
acecharnos.
que al pasar un largo
rato
e salir de aquella
charca
non vimos un solo
trapo.
muy gentil y muy
simpático,
a cada uno a su casa
las ropas quiso
llevarnos.
al pueblo juntos
entrando,
las manos en la entrepierna
e el pueblo a nos
aclamando.
Cada uno a su mansión
como pudo fue
llegando,
allí están las
vestimentas
que el buen pastor fue
dejando.
como muchos, como
tantos,
bien cobramos nuestra
hazaña,
bien cara e justa cobramos.
El pueblo que vio
nacer
grandes mentes,
grandes sabios,
se llena de regocijo
al recordar su pasado.
Es menester lugareños
bien alto felicitaros
por estos gratos eventos
apacibles e animados;
e ansí por ser
nombrado
vuestro primer
pregonero
de vuestro primer
Mercado.
E por ello grito al
viento:
que viva esta tierra
nuestra
y que viva el
vecindario,
viva toda La Moraña
y que viva Muñosancho.
con Dios vos dejo,
paisanos,
voyme a mis aposentos
a descansar de buen
grado.
al pescadero el
pescado,
las carnes al buen
yantar
e la hipoteca al banco.
d´este día en otro año,
quede con este Pregón
inaugurado el Mercado.
¿Do es el trovador del
Mercado?
¿Es acaso de Zamora
o tal vez es
Segoviano?
¿Es de Fuentesaúco,
¿Es de Fuentesaúco,
de Aranda o de
Villapando?
¿Qué dirán vuesas
mercedes?
Non, non.
Que aunque vivió en Fontiveros,
allí habitó muchos
años,
adoptado en Pozaldez
e en Arévalo asentado,
estudiado en
Salamanca,
Valladolid e País
Vasco,
non es de aquellos
lugares
qu´es de esta tierra
bien nato.
en tantas letras
versado
e en tantos versos
letrado?
que ha dado a este
mundo tantos
hombres e mujeres
rectos,
doctos, juiciosos e
sabios?
Pues, claro, de Muñosancho.
Javier S. Sánchez
Javier S. Sánchez
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